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viernes, 18 de diciembre de 2009

Teoria y praxis poética de Enrique Verástegui



Blas Puente-Baldoceda
Northern Kentucky University


    Me propongo explorar las convergencias y/o divergencias entre el planteamiento ideologico-estético de Enrique Verástegui expuesto en ensayos y estrevistas, y la ideología textual de las voces poéticas de En los extramuros del mundo (1971).y Leonardo (1989)
    Verástegui deslumbra precozmente a la crítica peruana con su primer libro cuyo título en sí sugiere ya la marginalización social del poeta y un rechazo de la cultura oficial. En los poemas prevalece una voz poética que corresponde a la figura del joven poeta rebelde que expresa un mundo afectivo y elabora una visión ideológica frente a una realidad social signada por la alienación, el mercantilismo y la artificialidad. Uno de los rasgos formales de gran relieve en este libro es el tratamiento narrativo del poema, es decir, se narra una trama en la que un protagonista--el joven poeta--dialoga con su amada o una figura literaria mayor mientras deambula por las calles, los parques o los cafés de la ciudad. Sobre la narratividad del poema, Verástegui, en una entrevista concedida a José Miguel Oviedo, crítico peruano, proponia que la distinción decimonónica entre los conceptos poema y narrativa carece de toda validez (1973), propuesta que está en consonancia con la actitud beligerante contra el canon literario de la cultura burguesa, adoptada por el movimiento denominado Hora Zero, en el cual participó el poeta. Ahora bien, la subjetividad de la voz poética en este primer libro está transida de un malestar existencial que exhibe un gamut de sentimientos y emociones tales como la desesperación, la soledad, el amor, la tristeza, la incertidumbre y el hastío. El joven poeta vive un exilio interior y sufre un desarraigo dentro de su entorno social en crisis. Asimismo, por momentos se inclina hacia el nihilismo y, paradójicamente, concibe la muerte como la única posibilidad metafísica de lograr una identidad. En una entrevista hecha por el crítico francés Roland Forgues, Verástegui declaró con respecto a dicha subjetividad: "El trabajo poético es sobre todo un autoanalisis: ésa es su diferencia con los otro géneros literario. En otros géneros se analiza un hecho desde un pespectiva distante, en poesía no. En poesía se analizan los hechos a través de uno mismo, aunque de hecho no creo que se produzca un tipo de relación no compleja entre la realidad y el yo creador" (330)
    La voz poética también expresa una inquietud por el transcurso del tiempo y rechaza la concepción occidental que lo divide en un presente, un pasado y un futuro; contrariamente, su visión temporal es circular, razón por la cual tiende a desmistificar las figuras históricas de la tradición y tiende a enraizarse en la historia de la cultura nativa.
    Por otro lado, En los extramuros del mundo la voz poética se rebela contra la sociedad al asumir la responsabilidad de descubrir al lector los aspectos sórdidos del sector marginal cuyas figuras típicas son los provincianos emigrantes, los locos, los suicidas y los solitarios, y se propone, en consecuencia, hacer de su canto una la victoria de los desheredados Con respecto a la marginalidad valdría la pena mencionar el hecho de que Verástegui se formó no en un clima intelectual sino en un clima de gran sensibilidad social. En la entrevista de Forgues, declaró que su familia proviene de un sector social pobre y vinculado al campo, gente trabajadora que se forjó dentro una moral cristiana bastatante rígida. Debido al proceso de pauperización, la familia se vio forzada a emigrar a la ciudad de Cañete, donde el futuro poeta, a los seís o siete años, solía leer una revista de la Iglesia católica sobre los sacerdotes que llevaban sus creencias hacia las aldeas más apartadas del país, y gracias a dicha lectura pudo darse cuenta de la explotación que sufría el campesinado, hecho que lo acicateó para iniciar a los catorce años sus lecturas políticas sobre marxismo. De ahí que en los textos poéticos fluye un tono iconoclasta y en uno de los poemas se llega a plantear la revolución social como la única vía para destruir los aparatos represivos e ideológicos de la sociedad dominante con su cultura oficial. En palabras del propio Verástegui: "la función poética es un hecho que se vincula a la realidad en la medida que pretende cambiarla, en un nivel mediato, o que quizás pretenda darle un sentido a la vida (a la vida, en principio, del propio escritor) ( Forgues, 330).
    Como quiera que sea, en el primer poemario se concibe la actividad poética como una forma previlegiada de comunicación íntima que purifica el mundo alienado y que permite, asimismo, superar la incomprensión social. Ese tenor de pureza se manifiesta en los poemas a través del símil y la metáfora que utilizan como vehículos elementos de un paisaje bucólico, especialmente elementos de la flora (árboles, flores, frutos) y fauna; o elementos de la liturgia cristiana (ángeles), que contrastan con los elementos mundanos y articiales de la ciudad. Por otro lado, la poetización de la realidad cotidiana y concreta involucra una ardua labor de conocimiento que exige del poeta una gran lucidez. Por esta razón, éste se considera a si mismo un visionario que descubre la verdad en la relación dialéctica de los sueños y la realidad..Con gran acierto,el crítico peruano Frisancho Hidalgo comenta al respecto: "El ejecutante es aqui vidente, profeta, iluminado, y su trabajo, al que se opone "la época", es un ejercicio de salvación. La palabra sana, la escritura, purifica" (Hueso Húmero, 118). Por lo demás, dicho crítico concluye que esta identificación cerrada entre el ejecutante y su obra previlegia la textura individual como sustento de la escritura, lo cual responde a una postura romántica de la creación.
    Aunque se reconoce la erudición de los poetas de culturas orientales, la voz poética busca su yo integral no en los libros sino en la vida. Este vitalismo se traduce en una poetización de la cotidianidad. Por otro lado, aunque se reconoce la impotencia de la palabra poética para expresar la infinitud de la experiencia humana, la poesía sigue siendo el único vehículo para expresar la belleza, los sueños y la pureza.
    Ahora bien, como mencionamos anteriormente uno de los interlocutores de la voz poética es la amada. Con respecto a ella se manifiesta una visión dual: por un lado la concibe como un símbolo celestial de pureza y de belleza clásica; por otro lado, la presenta como poseedora de un erotismo diestro y agresivo. La sexualidad se concibe como un acto vital, auténtico, bello y liberador y su práctica abierta es una rebelión contra la represión de la moral tradicional. Como quiera que sea, la amada cumple el rol de aliada de la voz poética y amante y amada son descritos como angeles que bregan en un paraíso de horror infernal La voz poética se propone plasmar la vivencia estética del erotismo mediante el rigor en la palabra y las constantes alusiones a otras artes como la música clásica, el jazz, la pintura y la literatura.
    Ahora bien, el precedente contenido temático e ideológico de En los extramuros del mundo se vierte en un lenguaje y estilo cuyos rasgos predominante son el coloquialismo y el tratamiento narrativo del poema. Este coloquialismo se logra mediante estrategias discursivas de la oralidad que funcionan a nivel sintagmático y que imprimen en el texto una fluencia rítmica y verbal. Entre dichos estrategias cabe destacar el polisíndeton, los paralelismos sintácticos, la reiteración léxica de formas verbales, del gerundio y del participio, la abrupta ruptura de la sintaxis regular, y la enumeración acumulativa. Todos estos procedimientos gramaticales contribuyen a expresar con gran fidelidad el espontáneo fluir de la consciencia de la voz poética en su afán de capturar la cotidianidad. Por otro lado, la reiteración de gerundios y de participios se relaciona con la alternancia de pasajes narrativos y descriptivos, respectivamente, que a su vez se relaciona con la alternancia de la perspectiva interna que revela la subjetividad de la voz poética y la pespectiva externa que enfoca el mundo circundante. En las descripciones predomina un plasticismo de imágenes que irrumpen dentro de la dinámica de la narración mediante la metaforización de elementos de un paisaje bucólico. Otros recursos formales que sirven para ampliar o sintetizar la semántica del poema son el uso de notas al pie página y de guiones. Estos últimos se usan también para señalar los clichés del discurso oral. En los poemas donde predomina el eje narrativo se explora el lenguaje prosaico con una finalidad puramente informativa. A nivel retórico el uso frecuente del simil y la metafora utilizan como vehículos elementos de la flora y la fauna para delinear un paisaje natural que se contrapone al ambiente artifical de la ciudad. En suma, En los extramuros del mundo la voz poética es consciente de que la poesía es el producto de un riguroso trabajo con la palabra .Y esto converge con la posición del autor biográfico, Verástegui, quien sostiene lo siguiente "la poesía es producto de un largo trabajo: desde buscar la información adecuada, incluso en el sentido más burdo de la palabra, lo que leemos en los periódicos e incluso en las foto-novelas, hasta la información filosófica o científica más refinada, para poder sintetizar en formas artísticas elaboradas y acabadas lo que uno quiere expresar" (Forgues, 334)
    Es obvio, pues, en el poemario En los extramuros del mundo, el manejo de algunos principios de la ideología marxista. Años más tarde, Verástegui escribe un libro titulado "El motor del deseo" (1988), en el cual expone un complejo planteamiento ideológico-estético sobre teoría y praxis poética que se nutre presupuestos estructuralistas, semióticos y marxistas. A continuación procedo a comentar brevemente su concepción materialista de la literatura. Según el autor, la escritura es una manifiestación histórica que se inscribe dentro de la dinámica de las fuerzas progresivas y fuerzas regresivas de la lucha de clases. El escritor y su modo de producción textual quiebra el código literario que es expresión simbólica de la clase burguesa. La práctica literaria es un acto de ilegalidad y a la vez un acto de liberación que se enfrentan a la formalización académica de la producción de la imaginación. En la dinámica interna de la producción literaria intervienen factores de clase como determinantes de la producción de la imaginación; en consecuencia, la literatura no es más que un efecto de la historia. Esta concepción materialista de la literatura concibe la escritura como un trabajo que permite al productor--el poeta--desarrollar sus capacidades y objetivarlas en el texto. Fundandose en las enseñanzas de Lucrecio y Alonso López Pinciano, Verástegui sostiene que la literatura es resultado del dominio absoluto y placentero que ejerce el escritor sobre la materia lingüística, la cual es sometida al filtro transformador de las técnicas e intrumentos de producción. El trabajo poético consiste, pues, en quebrar la legislación académica que regimenta el sentido unívoco de la lengua y en multiplicar los sentidos, ya que el texto poético constituye un sistema dinámico donde se escenifica la contradicción de los signos que reflejan el mundo. Este sistema (llamado también instrumento significativo, o fábrica de signos), que establece un cortocircuito en la transmisión del codigo literario, y comunica el habla popular de una realidad oprimida, es, a su vez, un producto histórico que se relaciona con un modo de producción determinado. Ahora bien, la propuesta de crear nuevas posiblidades expresivas basadas en el acervo popular del sector marginal logra cristalizarse En los extramuros del mundo, ya que en este se logra crear un nuevo lenguaje poético anticanónico fundada en una experiencia vital con los sectores populares. Finalmente, Verástegui crea el neologismo orgasmovil para designar al poema en el cual se vierte toda la capacidad orgánica y espiritual, y que, además, es concebido como una maquina de significar cuya velocidad y gusto depende del maquinista, o sea del poeta.
.    En el tercer poemario titulado Leonardo (1980) se advierte una temática profusa y heterogénea. Procedo a enfocar tres vertientes de gran trascendencia en el poemario: la autoreflexividad sobre el quehacer poético, el erotismo, y el discurso social. La primera vertiente que ya se perfilaba en el primer poemario libro se enriquece mediante un entramado de valoraciones estéticas y valoraciones éticas La voz poética de Leonardo considera la poesía como una forma eficaz de capturar la belleza. La belleza cristalizada en el poema es la unica realidad que se contrapone a la irrealidad social plagada de escorias. Es una responsabilidad ética poetizar a travez la metáfora, el símbolo y el experimento formal la hostilidad y la miseria de una sociedad absurda y llena de incomprensión que obstaculiza la creación artística. El poeta es un estado de animo en el tiempo que actua con/desde/en el tiempo; por lo tanto, la poesía es un trabajo intelectual que asume una posición crítica proyectada hacia el futuro pero que echa raices en el pasado. Sea como fuere, el poeta es un obrero de la escritura cuya consistencia se basa en la capacidad de organizarse y comprender a través de las palabras. El arte poetico consiste en un riguroso aprendizaje que asimila la herencia de los poetas de generaciones pasadas. Al poetizar sobre Vallejo valora su asuncion de la creación artística con riguroso trabajo, sufrimiento, lucha y gran genialidad, y la lección que aprende de este poeta es la rebeldía, a quien considera, por otra parte,.como el forjador del caracter de la nación peruana. En Eguren valora su autentico estesticismo contra los desbordes del modernismo y su fortaleza moral que se manifiesta en el un corpus sensual de su poesía.
    Asimismo, en el tercer poemario, el poeta se propone plasmar su visión clasista en su creación y, de ese modo, pretende alcanzar la autenticidad. Aprende de los clásicos la disciplina en el trabajo creativo ya que el poema es un ejercicio de buena construcción que surge del laboratorio de la escritura. En el acto de escribir se moviliza la consciencia rebelde del ser cuyo afecto, sensibilidad, inteligencia y voluntad actuan sobre la materia lingüístico para producir el arte: la reflexion intelectual del poeta debe ser a la vez lúcida y dulce. En Leonardo, el poeta, al igual que en el primer poemario, es un iluminado, pero a la alucinación y al sueño de este vidente o profeta, se suma ahora la reflexión lúcida. Es a través del vigor de la razón y del sueño que la poesia logra no sólo embellecer mundo sino convertirlo en el paraíso del hombre. En suma, los poetas son fieras inteligentes que manejan alegre y espontáneamente la exquisitez y la profundidad. Por otro lado, la estética se justifica en la medida que constituye una acción ética, ya que la poesía asume una función crítica dentro de la sociedad en crisis y genera armonía y limpieza en el mundo caótico y frustrador de los desposeídos. Finalmente, a nivel de praxis, se reclama que el poeta joven debe rebelarse contra estética de la cultura dominante y de hacer progresar las artes en el país.
    Otra vertiente temática de Leonardo que procedemos a sistematizar es relación erótica con la amada. Con respecto a este tema se introducen algunas variantes en el tercer poemario. La voz poética describe una apasionada relación erótica en la cual el amante alucinado protege a la amada y le revela la verdad, mientras que ella, aquejada por la tristeza, le descubre al amante un oasis colmado de ternura, comprensión y silencio, y en virtud de dicha relación , ambos consiguen experimentar la vivencia de la eternidad. Más aún: la belleza de la amada purifica al amante. La belleza del poema y el cuerpo de la amada son, paradójicamente, realidades concretas que se contrapone a la irrealidad del deterioro social. En la descripción de la amada, se utiliza la misma estrategia retórica de En los extramuros que consiste en una metaforización cuyos vehículos son elementos de la flora (árboles, frutos, flores) y la fauna (yegua, gata, pájaro) que sugiere tenores tales como la dulzura, la violencia pasional y la belleza carnal. El amante, por su parte, es comparado con la hermosura del caballo o del leopardo para connotar la energía y la agresividad, respectivamente, y que en un nivel de significación más profundo corresponde a la concepción estética que postula una belleza combativa cuya función de revelar la verdad es la única via de modificar la sociedad y la historia. Pero al mismo tiempo la voz poética sostiene que la belleza de la amada, como símbolo de lo estético, no escapa a la influencia de las fuerzas productivas.que constituyen el motor de la historia Por otro lado, existe una obsesión por ciertas partes del cuerpo de la amada ( labios, ojos, cabellos, senos y nalgas) que unas veces es refugio y otras aliada del poeta que confronta una realidad dura, triste y hostil. Por otra parte, las estaciones, la lluvia, los prados, el viento, la brisa, la yerba son componentes del paisaje bucólico que circundan a la amada.. La belleza de la amada no es eterea, sino sensual.y es fuente de fuerza y pureza. En la unión carnal los amantes logran gozar del libre albedrío, alcanzan la belleza y la liberación, y se ubican en el centro del universo. El nocturno acoplamiento de de los amantes en los parques se asemeja a la estructura perfecta e ideal de la música, la pintura o la escultura, ya que la liberación del eros constituye en sí una plasmación estética de ambos. En otros poemas, sin embargo, el erotismo adquiere también cierta matiz de violencia pasional e instintiva cuando los amantes son comparados con del caballo y la yegua durante la copulación. Todo esto podría inducir a pensar que la concepción dual de En los extramuros del mundo se repite en Leonardo Sin embargo, es posible detectar una variante cuando el sexo es considerado por la voz poética no sólo esencia de la naturaleza sino también ejercicio de la razón, lo cual implica la asunción de una reciprocidad entre naturaleza y espíritu, y de manera paralela una reciprocidad entre la mujer--que es musica y placer-- y el hombre--que es silencio y destreza. Finalmente, la procreación, fruto del eros, es considerado un misterio y una bendición de la naturaleza y un vástago constituye una responsabilidad de los amantes ante la historia.
    En cuanto a la temática social en el poemario Leonardo es notoria la politización de la poesía y el afán de funcionar como un interprete del sector social oprimido. Se denuncia, por ejemplo, los males que aquejan a la sociedad: la violencia fascista, la locura colectiva, la soledad, el arribismo y la rutina. Asimismo, critica la mediocridad y la esterilidad de los intelectuales (incluidos los críticos y académicos) que no hacen sino obstaculizar las soluciones coherentes de los creadores. Más aún: se poetiza la cotidianidad de seres humanos destruídos por el sistema: en uno de los poemas, por ejemplo, se describe la vida sórdida del provinciano que emigra a la ciudad con el anhelo de mejorar su situación económica y que sufre los efectos del desempleo, el individualismo, la deshumanización, la pobreza, la explotación, la arbitrariedad del patrón, los sindicatos, la corrupción política y la amarga nostalgia por el terruño. Sin embargo, en otro momento expresa la esperanza de un mañana bello engalanada de magia y felicidad. Asimismo, propone que una división dinámica del trabajo facilitara el progreso y la paz en la sociedad. Por otro lado, valora la energía de un nuevo intelecto que emerge en el mundo marginal de las barriadas cuya pobreza, hambre y violencia deben ser materia de trabajo de la poesía. Más aún: la voz poética asume que la represión que ejerce el mundo industrial es el infierno de los seres inteligentes y es un imperativo ético forjar los sueños para transformar mundo, puesto que la historia de la sociedad humana avanza irrevocablemente hacia el cambio. En suma, la ideología textual de Leonardo
revela indudablemente un transfondo marxista. La visión social de la voz poética es clasista, ya que no sólo el lenguaje y la retórica sino también las versiones históricas de las crónicas nativas y foraneas, incluída historiografía oficial, están condicionadas por los intereses de clase.
    En suma, solo resta hacer hincapie en dos aspectos de la estructura formal del poemario. El nivel técnico de Leonardo es altamente planificado, ya que se advierte una diestra manipulación de múltiples recursos formales en cuanto a la métrica, al lenguaje, la estructura, la retórica y el estilo. Me limito solamente a señalar un par de detalles relacionados con respecto a la estructura y el lenguaje. Habría que explorar con minuciosidad la utilización de técnicas cinematográficas en la estructuracion de los poemas. Tentativamente, advierto que la superposición temática se organiza mediante planos que se distribuyen paralelamente, o que se contraponen en terminos de foco y transfondo, o que contrastan mediante la conjunción o la disyunción escénica, etc. Una lectura precipitada podría inducir a pensar que la rica variedad temática del poemario no es sino una acumulación caótica que responde a una creación espontánea. En realidad, es posible detectar en los poema una cohesión interna lograda a base de una isotopía nuclear que hilvana los diversos planos temáticos complementarios Los estribillos, por ejemplo, funciona en algunos casos como un transfondo de la aparente dispersión de temas que se supeponen dentro de la estructura del poema.
    En cuanto a la estructura sintagmática del poema, se evidencia una tendencia cada vez mayor no sólo hacia la regularidad sintáctica.que se manifiesta generalmente en la coincidencia de las pausas con los signos de puntuación. Asimismo, la sintaxis del poema se torna más compleja con la utilización de una mayor variedad de estructuras nominales y verbales y el uso frecuente de claúsulas subordinadas. Por ejemplo, en estructura nominal se observa mayor variacion en la colocación del adjetivo, mientras que en la estructura verbal la adjetivacion opera mediante la acumulacion de clausulas relativas adjetivales. Asimismo, se evidencia un predominio del polisendetón bimembre de sustantivos, adjetivos, frases, claúsulas coordinadas y subordinadas. Las clausulas explicativas se introducen mediante guiones y generalmente son de carácter descriptivo. Por otro lado, la metaforizacion se expresa mediante construcciones predicativas y genitivas. Tambien se observa la repentina ruptura de la sintaxis regular para introducir una secuencia semántica que contrasta o o sirve de sinopsis.

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