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jueves, 16 de diciembre de 2010



Carlos Germán Belli: Sixtina de los desiguales

Blas Puente Baldoceda
Northern Ketucky University

1. En La Sextina de los Desiguales las palabras asno, yegua, rosa, olmo, día y noche se repiten como terminaciones de los versos en combinaciones distintas en las seis estrofas de seis endecasílabos. El poema termina con un terceto en el cual cada verso ostenta en la mitad y al final de la cadena sintagmática las palabras anotadas líneas arriba. Esta estructura métrica y estrófica se ajusta, pues, a la pauta reiterativa de la sixtina.
Estas seis entidades léxicas podrían agruparse en dos columnas de tres miembros cada una:
I             II
asno        yegua
olmo      rosa
día            noche
Las entidades léxicas que figuran en las columnas adquieren tal grado de cohesión dentro de la estructura poética que se ven privadas hasta cierto punto de la autonomía inherente que poseían en el lenguaje natural (Lotman, 1977 : 168). Podríamos postular las siguientes correlaciones entre las invariantes (archisemas) y las variantes (unidades léxico-semánticas)
Archisema> Hombre
Unidades
léxico-sémicas >asno olmo día

Archisema Mujer
Unidades
léxico-sémicas> yegua rosa noche
Estas unidades léxico—sémicas diferentes, agrupadas en dos clases equivalentes estarían, a su vez, en una relación de antítesis en un discurso de carácter erótico.
Asimismo, si correlacionamos las columnas 1 y II a un nivel horizontal cabría establecer una relación de analogía:

asno yegua                        =mundo animal
olmo rosa                          =mundo vegetal
día noche                          =mundo temporal

La persona poética se transfigura metafóricamente en un animal, asno; en una planta, olmo; y en lo temporal, día; y canta a la yegua, a lá rosa y a la noche, respectivamente, las mismas que constituyen las variantes de la mujer dentro del plano animal, vegetal y temporal. La transfiguración de la condición humana de la persona poética obedece a la necesidad de establecer paralelismos que enriquezcan con nuevos matices semánticos el conflicto erótico.

2. Caracterización de los participantes

La variante olmo es caracterizada mediante los adjetivos ufano, pobre, solitario, eterno e inmóvil; mientras que la variante día, mediante los adjetivos gran, solitario y desvalido. En el caso de asno no existe en el texto un adjetivo específico que se refiera a él. Sin embargo, se podría señalar una caracterización tautológica en los siguientes versos: ‘y la otra (esquiva) por - mirarme no más asno’ y ‘Aunque mil atributos tengo de asno’ así como también una caracterización autodespreciativa por parte de la persona poética en el siguiente verso: ‘ni un híbrido de mí querrá la yegua’. Además, en el discurso cultural hispano es conocido el hecho que asno es sinónimo de rudeza y poco entendimiento.
La caracterización adjetival podría bien reducirse semánticamente a cierto número de invariantes:
Archisema NATURALEZA IRONICA Unidades léxico-semánticas> ufano pobre
Archisema SITUACION PERENNE
Unidades léxico—semánticas>                                          eterno inmóvil
Archisema TRAGICO Unidades léxico-semánticas >        solitario desvalido
Archisema INFERIOR Unidades léxico-semánticas>        asno (ser asno) asno (autodesprecio)

De lo anterior se deduce que el HOMBRE es un ser ironizado y trágico y cuya situación inferior es eterna.
Por otro lado, la variante noche es caracterizada mediante los adjetivos secreta, esquiva, ajena, impenetrable: la variante rosa, mediante el adjetivo exquisita y la variante yegua, mediante los adjetivos esquiva, rauda, fina, inalcanzable.
La caracterización adjetival anterior también puede reducirse a un cierto número de archisernas. Las palabras -aisladas mutuamente en el sistema de la lengua natural- se correlacionan funcionalmente como sinónimos y entretejen un sistema semántico secundario con la condición de que ocupen una posición equivalente dentro del texto poético (Lotman, 1977 : 170)

Archisema INASIBLE Unidades esquiva léxico-semánticas>                ajena rauda
Archisema MISTERIOSA Unidades léxico-semánticas impenetrable>   secreta
Archisema DELICADA Unidades léxico-semánticas>                           exquisito fina
De lo anterior se deduce también que la MUJER es un ser inasible, delicado y misterioso.

3 La trama en el texto poético.

En cuanto al análisis del sintagma nominal cabe destacar la manera cómo los verbos en cada estrofa conforman las diferentes fases de una secuencia narrativa cuyo núcleo temático es el acecho amoroso del hombre a la mujer.
En la primera estrofa los verbos mirar, rozar e iluminar se conjugan para indicar la primera fase del proceso idílico: la contemplación y el contacto meramente superficial con la persona amada.
En las estrofas segunda y tercera los verbos amar, (afan de) conquistar y soñar en (ceñir la rosa) y (adentrarse en la noche), sugieren el estado amoroso de la persona poética.
En la estrofa cuarta los verbos huir y olvidar aluden al comportamiento de la persona amada y configuran, en consecuencia, el rechazo. Los verbos (no) pertenecer, (no) querer y esquivar de la quinta estrofa coadyuvan a reforzar el rechazo del enamorado por la persona amada.
En la estrofa sexta, tener (atributos del asno), pensar (en el destino), y vivir y morir (sirnultneamente) señalan claramente el sufrimiento que experimenta el enamorado.
En el terceto final el verbo andar nos induce a asumir que el enamorado no ha renunciado totalmente a su propósito idílico. Al contrario, está andando detrás de sus sueños, es decir, no ha perdido la esperanza.

4. El proceso semiótico del texto poético a un nivel semántico lexical
.
Estamos ahora en condiciones de atar los cabos sueltos e hilvanar de manera coherente los hallazgos del presente análisis.
En primer lugar, basándonos en el funcionamiento de los adjetivos dentro de la estructura del texto poético, postulamos la presencia de un hombre trágico e ironizado que, desde una posición inferior, acecha eróticamente a la mujer, cuya naturaleza inasible, misteriosa y delicada la colocan en un plano superior e inalcanzable para el pretendiente. Esta diferencia en el status explicaría la palabra desiguales que figura en el título del poema. En segundo lugar, en base al funcionamiento de los verbos dentro de la estructura poética, se colige que el acecho erótico se lleva a cabo mediante una secuencia de las siguientes fases: a) contemplación y contacto meramente superficial, b) estado amoroso, c) rechazo, d) sufrimiento y e) esperanza. El hombre, cuya condición humana se desintegra hasta alcanzar un nivel animal, vegetal o temporal, sufre una frustración amarga:
‘me esquiva por ser día y olmo y asno’

Sin embargo, el hombre no se somete con resignación a la derrota sino que se revela, empecinado, ante el dolor y se resiste a perder la esperanza:
‘!Ay! ni olmo a la medida de la rosa,
y aun menos asno de la esquiva yequa,
más yo día ando siempre tras la noche.

5. Nivel de la Repetición Gramatical.

Un orden secuencial que se repite varias veces en el eje sintagmático es la construcción genitiva: sustantivo + de + sustantivo, que denota una relación sintáctica entre la cosa poseída con su respectivo posesor. Procedemos a agrupar estas construcciones genitivas en dos columnas 1 y II que mantienen entre sí una relación de antítesis dentro de la estructura poética.
I                
                                                           II
bocado (=yegua) de caballo                 lado
                                                           espinas de la rosa
                                                           orilla de la noche

pétalo de rosa
pubis de la noche
alma

Como consecuencia de un proceso de semantización que sufren estas construcciones sintácticas dentro de la estructura poética, la columna I conforma el archisema CUALIDADES, mientras que la columna II conforma el archisema DEFECTOS.
El hombre, transfigurada su condición humana en asno, olmo y día, ansía poseer los atributos positivos de la yegua (es un bocado: delicioso), de la rosa (el pétalo), y de la noche (el pubis y el alma: lo físico y lo espiritual de la mujer, respectivamente); sin embargo, solamente logra alcanzar los atributos negativos tales como las espinas y el lado(=lo externo) de la rosa, y las orillas (=lo periférico) de la noche. Aquí se pone en relieve otra vez la frustración que sufre el hombre al no alcanzar sus objetivos soñados.
Por otro lado, advertimos asimismo la presencia de otra construcción sintáctica que denota también posesión mediante el uso del adjetivo posesivo, así como también otra que señala la noción de posesión mediante el uso del verbo tener. Podemos agrupar estas construcciones sintácticas en tres clases con sus respectivos archisemas:
Archisema PASION Sintagmas>                   mi lumbre mi ardiente luz
Archisema INFERIOR Sintagmas>               mis momentos de asno mil atribútos tengo de asno
Archisema DEVENIR EXISTENCIAL Sintagmas>    mi destino mi paso (fugaz o inmóvil punto)
El único medio con que cuenta el hombre para pretender lograr a la mujer es su luminosa y ardiente pasión, aunque su inferioridad y su devenir existencial ya efímera o estática sean factores en su contra.

Otra construcción que se repite en las estrofas del texto poético es la sustantiva subordinada de circunstancia causal:

Segunda estrofa: (3) ‘una esquiva por ser yo siempre asno’ (4) ‘y la otra por mirarme no más asno’
Cuarta estrofa: (2) ‘y por ser pobre olmo olvídame la rosa’
Quinta estrofa (6) ‘me esquiva por ser día y olmo y asno’
Sexta estrofa (6) ‘que vivo y muero por la fina yegua’

En las citas arriba mencionados, notamos que el verso (6) de la quinta estrofa resume las causas que se presentan en detalle en el verso (3) y (4) de la segunda estrofa y el verso (2) de la cuarta estrofa. ¿Qué tipo de contenido semántico es activado por estas construcciones sintácticas con denotación causal? A nuestro modo de ver, la significación subyacente a dichas construcciones es una intensa conciencia de culpa del hombre por su precaria condición animal, vegetal y temporal que lo mantiene en una situación de rezago, de privación, y que va en. desmedro de su felicidad.
Existe otra construcción sintáctica semejante a la anterior por el uso de la preposición por; sin embargo, se trata de una construcción subordinada indirecta o denominada claúsulas finales con la preposición para. En la tercera estrofa leemos:

‘Cuánto he soñado por ceñir a rosa,
o adentrarme en el alma de la noche.

Finalmente, en los siguientes versos advertimos la presencia repetida de la construcción comparativa:
‘Desde siempre amé a la secreta noche/ exactamente igual como la yegua/más solitario como día u olmo/he quedado…/tan desvalido como el propio dia/.
La repetición gramatical pone en relieve sintagmas mediante el procedimiento de la des-automoatización (Lotman, 1977). Cualquier secuencia sintagmática adquiere relevancia semántica en virtud de la repetición. En el caso anterior, la repetición de las construcciones comparativas no es gratuita. Al contrario, es crucial dentro de la configuración estructural del texto poético, ya que nos confirma a nivel sintagmático la transfiguración metafórica del archisema hombre en elementos del mundo animal (asno), vegetal (olmo) y temporal (día). Asimismo, este mecanismo opera en la mujer que deviene yegua, rosa y noche, respectivamente. Mediante un supremo y original dominio del artificio poético, Belli explora el inagotable universo erótico con los ricos recursos que le brinda el mundo animal, vegetal y temporal.

La Sixtina de los desiguales

Un asno soy ahora, y miro a yegua,
bocado del caballo y no del asno,
y después rozo un pétalo de rosa,
con estas ramas cuando mudo en olmo,
en tanto que mi lumbre de gran día,
el pubis ilumina de la noche.
Desde siempre amé a la secreta noche,
exactamente igual como a la yegua,
una esquiva por ser yo siempre día,
y la otra por mirarme no más asno,
que ni cuando me cambio en ufano olmo,
conquistar puedo a la exquisita rosa.
Cuánto he soñado por ceñir a rosa,
o adentrarme en el alma de la noche,
mas solitario como día u olmo
he quedado y aun ante rauda yegua,
inalcanzable en mis momentos de asno,
tan desvalido como el propio día.
Si noche huye mi ardiente luz de día,
y por pobre olmo olvídame la rosa,
¿Cómo me las veré luciendo en asno?
Que sea como fuere, ajena noche,
no huyáis del día; ni del asno, ¡oh yegua!;
ni vos, flor, del eterno inmóvil olmo.
Mas sé bien que la rosa nunca a olmo
pertenecerá ni la noche al día,
ni un híbrido de mí querrá la yegua;
y sólo alcanzo espinas de la rosa,
en tanto que la impenetrable noche,
me esquiva por ser día y olmo y asno.
Aunque mil atributos tengo de asno,
en mi destino pienso siendo olmo,
ante la orilla misma de la noche;
pues si fugaz mi paso cuando día,
o inmóvil punto al lado de la rosa,
que vivo y muero por la fina yegua.
¡Ay! ni olmo a la medida de la rosa,
y aun menos asno de la esquiva yegua,
mas yo día ando siempre tras la noche.





















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